¿Cómo puede manifestarse la depresión en las personas mayores?
La depresión en las personas mayores puede manifestarse de diferentes maneras. La depresión no tratada puede ir acompañada de fatiga e irritabilidad. También puede estar causada por una mala calidad del sueño. Es importante saber que estos síntomas no siempre son indicativos de depresión. Si sospecha que una persona mayor puede estar deprimida, debe consultar con un profesional de la salud y hacer que le evalúen.
La depresión no tratada
La depresión no tratada en una persona mayor puede dar lugar a un deterioro de la calidad de vida. Además de afectar al funcionamiento de la persona, también aumenta la necesidad de atención sanitaria. Por ello, la identificación y el tratamiento tempranos de la depresión son esenciales. A menudo se utilizan medicamentos e intervenciones psicosociales para tratar esta enfermedad. Si es grave, la terapia electroconvulsiva es también una posible opción de tratamiento.
Para determinar si una persona mayor sufre depresión, es necesario realizar una evaluación médica y psiquiátrica. Durante este examen, el médico preguntará cuándo empezaron los síntomas y cuánto tiempo duraron. También se comprobará el estado mental de la persona mayor, así como varias pruebas de laboratorio para descartar condiciones médicas que puedan contribuir a la depresión.
La psicoterapia puede ayudar a las personas a entender la causa de su depresión y a cambiar sus pensamientos. Un profesional de la salud mental autorizado puede ofrecer terapia cognitivo-conductual y terapia interpersonal. También existen algunos medicamentos que ayudan a equilibrar las hormonas responsables del estado de ánimo. Estos medicamentos incluyen los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS), que suelen recetarse a los pacientes de edad avanzada.
La depresión es más común de lo que se piensa. Uno de cada 10 adultos la sufre en algún momento de su vida. Aproximadamente la mitad de ellos experimentan una depresión grave. Los síntomas comunes de la depresión son un estado de ánimo deprimido, problemas para tomar decisiones, preocupación excesiva y problemas de memoria. Otros síntomas son los físicos, como la pérdida de peso, la fatiga y los cambios en el apetito.
Cuando no se trata, la depresión puede causar un deterioro significativo en la vida social, laboral y familiar del paciente. De hecho, la depresión no tratada puede ser más costosa que las enfermedades cardíacas y el SIDA juntos. Las estadísticas muestran que la depresión no tratada cuesta a la economía de los Estados Unidos 43.700 millones de dólares al año en costes directos de tratamiento y absentismo laboral.
Cansancio
Si una persona mayor se queja de sentirse cansada todo el tiempo, puede ser un signo de depresión. En muchos casos, una persona mayor que se queja de cansancio puede no necesitar descansar más, y puede estar simplemente cansada porque sufre una depresión. Muchas personas subestiman lo agotadora que puede ser la depresión desde el punto de vista físico y mental. Las personas mayores, especialmente las que tienen dificultades para compaginar el cuidado de los niños y las tareas diarias, pueden sentirse somnolientas durante horas.
Hay muchas maneras de ayudar a una persona mayor que experimenta fatiga. Una de ellas es a través de enfoques holísticos como la meditación y el yoga. Estos métodos pueden ayudar a la persona mayor a encontrar una perspectiva más positiva. Llevar una dieta equilibrada es otra buena manera de mejorar los niveles de energía de una persona mayor.
Si notas que una persona mayor se queja de sentirse cansada o irritable, quizá quieras investigar la causa. Puede ser algo tan sencillo como que no duerme lo suficiente. Otra razón puede ser que la cama en la que están es incómoda. En cualquier caso, el cansancio puede ser un indicador de depresión.
La terapia puede abordar la causa subyacente del cansancio. Un buen consejero de la tercera edad puede ayudar a la persona mayor a tratar sus problemas de salud física y mental. La terapia también puede ayudar a la persona mayor a desarrollar mecanismos de afrontamiento y a crear una visión del mundo más positiva. La persona mayor puede experimentar la fatiga debido a un problema de salud mental, y la terapia puede ayudar con esto.
Si su ser querido mayor sufre de depresión, es importante que se ocupe de él o ella. Un tratamiento temprano puede suponer una gran diferencia en su calidad de vida.
Irritabilidad
La depresión en las personas mayores es un problema común. En general, los ancianos deprimidos experimentan poca motivación y energía, y pueden no participar en sus actividades habituales. Los que sufren esta condición suelen expresar sus sentimientos depresivos a través de quejas físicas. Los estudios demuestran que la mayoría de las personas mayores con depresión padecen una serie de enfermedades crónicas. Tener enfermedades crónicas y un nivel de funcionalidad limitado aumenta el riesgo de depresión.
Los médicos suelen pasar por alto la depresión en los ancianos debido a las ideas estereotipadas sobre cómo piensan y se comportan las personas mayores. La depresión puede ser sutil y puede diagnosticarse erróneamente como un declive normal relacionado con la edad. Los síntomas de la depresión en los ancianos también pueden quedar eclipsados por la irritabilidad. Síntomas como el letargo y la disminución de los niveles de actividad pueden sugerir pensamientos suicidas. Además, los pacientes que sufren depresión en los ancianos son más propensos a mostrar pensamientos psicóticos y delirios.
A pesar del estigma que rodea a la depresión en las personas mayores, los médicos pueden ayudar a mejorar la vida de estas personas proporcionándoles un tratamiento adecuado. Además, la presencia de los seres queridos en la vida del paciente puede tener un impacto significativo en la atención recibida. Al proporcionar apoyo y ánimo, la familia puede fomentar el tratamiento y ayudar a mejorar la calidad de vida del paciente.
Otra razón por la que pueden producirse cambios de humor en las personas mayores es la frustración personal por los cambios en su cuerpo y su estilo de vida. Se sienten frustrados por no poder moverse con la misma facilidad que antes. Como resultado, pueden estar deprimidos y tener una sensación de pérdida de independencia. Si los síntomas persisten, deben ser consultados por un médico. También pueden ser necesarios cuidadores profesionales para estos pacientes.
La depresión en los ancianos es común. Puede afectar a la memoria y la concentración y reducir la calidad de vida de la persona. Algunas personas pueden incluso tener pensamientos suicidas. A menudo, las personas mayores pueden no buscar ayuda para su depresión, pensando que es una parte normal del envejecimiento. Puede confundirse con otros síntomas de la edad, como el insomnio o el retraimiento social.
Ansiedad
Cuando la ansiedad y la depresión empiezan a afectar a la calidad de vida de una persona mayor, puede ser el momento de buscar tratamiento. Un médico de atención primaria puede ayudar a identificar si el problema está relacionado con una condición médica o con un trastorno psicológico. Si no se puede hacer un diagnóstico, el individuo debe ser remitido a un proveedor de atención de salud mental. El proveedor puede hacer un diagnóstico y desarrollar un plan de tratamiento que aborde las necesidades particulares del paciente. El plan puede incluir medicación, terapia, técnicas de reducción del estrés y habilidades de afrontamiento.
Un estudio de personas mayores con trastornos depresivos descubrió que el 35 por ciento de los participantes tenía un historial de trastornos de ansiedad, y el 23 por ciento tenía un trastorno de ansiedad comórbido actual. Tres de los trastornos de ansiedad comórbidos actuales más comunes eran el trastorno de pánico, la fobia social y el trastorno de ansiedad generalizada. El 27% de los ancianos deprimidos tenían síntomas que cumplían los criterios de inclusión del trastorno de ansiedad generalizada. La presencia de trastornos de ansiedad comórbidos se asoció con un menor funcionamiento social y mayores tasas de síntomas somáticos y de suicidio que la ausencia de comorbilidad.
Aunque los métodos del estudio para determinar las características basales no son definitivos, proporcionan alguna información útil. Estos incluyen la puntuación del GAS, las escalas de función social de la Short-Form Health Survey y el ítem de suicidio de la escala de depresión de Hamilton. Otro estudio del National Center for Health Statistics analizó estas mismas medidas y excluyó a los encuestados que no informaron de la respuesta.
La ansiedad y la depresión en una persona mayor pueden afectar a la calidad de vida de una persona, lo cual es una consideración clave a la hora de desarrollar políticas y prácticas de salud pública para las personas mayores. La ansiedad y la depresión en una persona mayor suelen estar causadas por la falta de conexiones sociales. Ayudar a una persona mayor a hacer frente a este aislamiento social puede ser muy beneficioso para su salud mental. Una de las formas más importantes de proporcionar apoyo social es visitar con frecuencia a los miembros de la familia. Las visitas regulares a los seres queridos pueden distraer a la persona mayor de los pensamientos estresantes y aumentar su estado de ánimo. Otra opción de apoyo social es unirse a una organización de voluntarios o a un centro de mayores.
Síntomas físicos
La depresión en los adultos mayores puede causar una amplia gama de síntomas. Entre ellos se encuentran los bajos niveles de energía, la falta de apetito y la falta de interés en las actividades habituales. Aunque estos síntomas no son exclusivos de la depresión en los adultos mayores, son más comunes y más graves para quienes padecen la enfermedad.
Si cree que su ser querido está sufriendo una depresión, el primer paso es llevarlo al médico. La depresión es una afección médica grave y puede conducir a un deterioro del funcionamiento y a un aumento de la discapacidad. Afortunadamente, la mayoría de los adultos mayores a los que se les diagnostica depresión se recuperan completamente. La buena noticia es que el tratamiento de esta enfermedad es muy eficaz.
La depresión en los ancianos puede ser difícil de diagnosticar. A menudo, las personas mayores negarán sentirse tristes y dirán que experimentan quejas somáticas que no pueden explicarse. Sin embargo, es importante tener en cuenta que algunos pacientes muestran signos de depresión, como la pérdida de interés por las actividades cotidianas, sentimientos de inutilidad o pecaminosidad e incapacidad para concentrarse. El médico puede recetar medicamentos antidepresivos para tratar estos síntomas.
Otro signo de que una persona puede estar deprimida es la falta de sueño. El insomnio puede empeorar la depresión, por lo que es esencial dormir un mínimo de siete horas por noche. Para conseguir este objetivo, hay que asegurarse de que la habitación es silenciosa, oscura y fresca, y evitar el alcohol. Además, la luz del sol tiene un efecto positivo en el estado de ánimo, así que intente tomar el mayor aire fresco posible durante el día.
Tanto si una persona sufre depresión como si no, el primer paso es buscar tratamiento para ella. La depresión es tratable y la mayoría de los tratamientos para la depresión son eficaces tanto para los adultos mayores como para los jóvenes.
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