Cómo tratar la neurosis obsesiva en los niños

La neurosis obsesiva en niños es una condición que hace que los niños piensen repetidamente en cosas. Estos pensamientos pueden convertirse en compulsiones. Por ejemplo, un niño que sufre esta condición suele contar hasta 20 en su cabeza. Los síntomas de esta afección pueden variar de leves a graves. Los niños que padecen neurosis obsesiva pueden ser tratados con terapia cognitivo-conductual. La terapia cognitivo-conductual implica un proceso llamado exposición y prevención de la respuesta.

Opciones de tratamiento

Las opciones de tratamiento para la neurosis obsesiva en niños incluyen una variedad de terapias, incluyendo la terapia conductual. En concreto, la terapia cognitivo-conductual (TCC) ayuda a los niños a cambiar sus pensamientos negativos, lo que conduce a un comportamiento más eficaz. Durante la terapia, los niños se exponen gradualmente a sus miedos en un entorno seguro. Esto les ayuda a aprender que las cosas malas no pueden suceder a menos que actúen adecuadamente. Los niños también pueden beneficiarse de una combinación de terapia conductual y medicación. Estas terapias también deben incorporar reuniones familiares y una amplia participación de los padres.

El tratamiento de la neurosis obsesiva debe basarse en la gravedad de los síntomas. Los síntomas deben estar presentes durante al menos dos semanas. Además, deben ser repetitivos y angustiosos. Un niño con neurosis obsesiva no debe ser capaz de funcionar bien en la escuela debido a los síntomas.

Un primer paso importante en el tratamiento de la neurosis obsesiva es una conversación con un profesional de la salud mental. Un experto puede determinar la raíz del trastorno y determinar el mejor curso de tratamiento. El TOC suele estar asociado a enfermedades comórbidas como la depresión mayor. Además, el 25% de los niños y el 9% de los adolescentes con TOC padecen el trastorno de Tourette. Estos trastornos no suelen diagnosticarse por separado en los adultos, pero son muy comunes entre los niños y adolescentes con TOC.

La investigación actual sigue mejorando nuestra comprensión de los mecanismos que subyacen al TOC y las posibles opciones de tratamiento.

Compulsiones comunes

Las compulsiones son comportamientos comunes que los niños con neurosis obsesiva realizan repetidamente. Pueden incluir el lavado, la comprobación e incluso el acaparamiento. Varios estudios han analizado las compulsiones de los niños con TOC. En un estudio, los niños con TOC tenían más obsesiones de limpieza y contaminación que los que no padecían la enfermedad. Las compulsiones eran más probables en los casos de inicio temprano.

Durante el siglo XIX, los médicos franceses comenzaron a avanzar en la definición del TOC y sus síntomas. Incluyeron el término “folie raisonnante” y “monomanie”. También utilizaron términos como “obsesión” e “impulsos” para describir el trastorno. Con el tiempo, la definición del TOC evolucionó para separar las obsesiones de los delirios y las “impulsiones”. Algunos investigadores creían que los comportamientos obsesivos eran el resultado de un deterioro de la energía psíquica.

Un niño con TOC puede tener un equipo de atención que incluya psicólogos, trabajadores sociales y consejeros. Su equipo trabajará para asegurarse de que el niño no experimenta cantidades excesivas de ansiedad o compulsiones, y que su condición es tratada adecuadamente. El objetivo es ayudar al niño a superar estas compulsiones y aprender a vivir sin ellas. Para ello, el niño debe ser capaz de comprender conceptos abstractos y estar dispuesto a tolerar el malestar a corto plazo a cambio de un alivio futuro.

Los síntomas del TOC suelen ser debilitantes y pueden interferir en la vida diaria. Puede afectar a entre el uno y el uno por ciento de la población y se da en todos los sexos y razas. Suele comenzar durante la infancia o en los primeros años de la edad adulta, y puede ser desencadenado por traumas o experiencias emocionales.

ISRS Los ISRS son los medicamentos más utilizados para tratar la ansiedad y la depresión pediátrica. Son seguros y eficaces, pero también conllevan riesgos. Se sabe que aumentan el riesgo de comportamiento suicida en los niños. El médico del niño debe ser informado de los posibles efectos secundarios antes de prescribir los ISRS.

Los niños con casos graves de neurosis obsesiva pueden requerir tratamiento farmacológico. Los ISRS se utilizan si ningún otro tratamiento ha resultado eficaz. Normalmente, el niño debe tomar la medicación durante al menos 10 o 12 semanas. Sin embargo, los estudios sugieren que la eficacia de estos fármacos puede persistir incluso hasta un año después de iniciar el tratamiento.

El trastorno obsesivo-compulsivo infantil (TOC) suele diagnosticarse cuando el niño empieza a desarrollar el trastorno. La aparición del comportamiento obsesivo en los niños puede ser desencadenada por acontecimientos de la vida del niño. Los síntomas de la obsesividad-compulsividad incluyen una preocupación excesiva, un comportamiento intenso y aprensión por el futuro.

Los ISRS son más eficaces en el tratamiento de los casos leves o moderados de TOC. La dosis de ISRS prescrita para el tratamiento del TOC es mayor que para el tratamiento de la depresión. Dependiendo de la gravedad del trastorno, un paciente puede responder sólo a uno o dos ISRS. En estos casos, una combinación de TCC y medicación puede ser eficaz.

Varios estudios han demostrado que el aripiprazol y los ISRS pueden ser eficaces en el tratamiento de niños con trastorno obsesivo-compulsivo. Estos fármacos también han mostrado resultados positivos en el tratamiento del TOC refractario.

Teoría freudiana de la regresión anal neurótica

El uso de la teoría freudiana de la terapia anal neurótica para el tratamiento de la neurosis obsesiva en niños es un enfoque alternativo a la psicoterapia tradicional para tratar la neurosis obsesiva en niños. Esta terapia consiste en utilizar los sueños del paciente para descubrir dónde se manifiestan los conflictos no resueltos en el inconsciente. En última instancia, estos conflictos no resueltos deben ser enfrentados y resueltos.

Según la teoría freudiana, las pulsiones instintivas reprimidas forman parte del proceso de desarrollo. Estas pulsiones permanecen en el inconsciente, pero son capaces de ejercer una poderosa influencia en la mente consciente. Si no se resuelven, estos conflictos pueden conducir a un comportamiento disfuncional.

Sin embargo, esta teoría no es científica. Sin embargo, tiene fuertes defensores. La teoría se basa en las observaciones de Freud sobre los niños que padecen neurosis obsesiva. No hay pruebas concluyentes que apoyen esta teoría.

Además, el foco erótico del niño se desplaza del pene al ano durante el segundo año. Esto se ve estimulado por la lucha por el control de esfínteres, donde el placer de la defecación se contrapone a la necesidad de controlarse. El niño acabará volviéndose obsesivamente neurótico y desarrollará un deseo compulsivo de ordenar su vida.

La teoría freudiana de la terapia anal neurótica es un método alternativo para tratar la neurosis obsesiva en los niños. La terapia funciona permitiendo al niño recordar experiencias que estaban ocultas en su inconsciente. El niño puede entonces hacer uso de estos recuerdos de forma que le permitan afrontar sus problemas.

Teoría freudiana del mimetismo molecular

Freud formuló su teoría de la neurosis observando el comportamiento de los pacientes durante la asociación libre y el sueño. Observó que el superyó funcionaba con menos eficacia durante estos momentos. Además, distinguió entre el contenido manifiesto y el latente de un sueño. El contenido manifiesto es el contenido superficial, mientras que el contenido latente son los deseos reprimidos enterrados en el subconsciente.

La teoría de Freud explica cómo una experiencia temprana en la infancia puede convertirse en una personalidad madura. En el caso de la sexualidad, fue el fracaso del niño en la resolución de un conflicto con su padre o madre del sexo opuesto. Del mismo modo, el comportamiento obsesivo es una señal de conflictos internos no resueltos en la etapa anal. Del mismo modo, la obsesión por lavarse puede ser un signo de una sexualidad disfuncional.

A pesar de la falta de pruebas científicas que apoyen la teoría de Freud, algunos han expresado su deseo de utilizarla para tratar los trastornos neurosicos obsesivos en los niños. En el siglo XIX, los descubrimientos endocrinos en Suiza transformaron el concepto de cretinismo. Cuando se utilizaron extractos de tiroides, éstos restablecieron rápidamente la salud de los niños y Theodor Kocher fue alabado como un héroe del sistema endocrino suizo. Gracias a sus innovadores descubrimientos, fue galardonado con el Premio Nobel de Ciencias.

La idea de utilizar la teoría freudiana de la mímica molecular para tratar la neurosis obsesiva en los niños sigue siendo controvertida, y hay varios detractores de la misma. Mientras tanto, la idea está llamando la atención de los terapeutas.

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