¿Cuáles son las causas de la enfermedad de la depresión?

Son muchos los factores que entran en juego cuando aparece la depresión. Entre ellos están los cambios en los neurotransmisores, el estilo de vida y la genética. Sin embargo, algo que puede marcar la diferencia es su médico. Su médico puede ayudarle a encontrar formas de reducir el riesgo de depresión. Si padece depresión, hablar con su médico sobre el ejercicio es un buen primer paso. Además, su médico puede darle consejos sobre cómo incorporar el ejercicio a su rutina diaria.

Cambios en los neurotransmisores

Muchos científicos creen que los cambios en los neurotransmisores son las causas de la depresión humana. Una deficiencia de neurotransmisores puede provocar sentimientos de desesperanza, irritabilidad y tristeza. Sin embargo, las causas de la depresión no están bien definidas. Aunque hay factores biológicos, psicológicos y ambientales, los mecanismos exactos aún no están claros. Los investigadores propusieron por primera vez la teoría del desequilibrio químico a finales de la década de 1950. Esta teoría postulaba que los síntomas depresivos están causados por una deficiencia de neurotransmisores, como la serotonina y la norepinefrina. El aumento de las concentraciones de estos neurotransmisores revierte los síntomas depresivos.

La depresión es una enfermedad mental potencialmente mortal que afecta a cientos de millones de personas en todo el mundo. Puede afectar a personas de cualquier edad y puede ser mortal si no se trata. Los síntomas de la depresión incluyen alteraciones del sueño, psicomotoras y gastrointestinales. En algunos casos, los síntomas pueden ir acompañados de sentimientos de culpa y baja autoestima. Sin embargo, las causas de la depresión siguen sin identificarse en gran medida, y el diagnóstico de la depresión se basa en la evaluación subjetiva de los grupos de síntomas por parte del psiquiatra.

Un cambio en los neurotransmisores del cerebro puede provocar una serie de síntomas, desde insomnio hasta ataques de pánico. También puede dar lugar a desequilibrios hormonales, trastornos alimentarios y obsesiones y compulsiones. A largo plazo, estos cambios en los neurotransmisores pueden provocar una muerte prematura.

El estrés crónico es otra causa de depresión. El estrés crónico afecta a los sistemas endocrino, inmunitario y de neurotransmisión del cerebro. Se ha relacionado con cambios en el eje HPA y en el sistema central NE, que están asociados a la depresión.

Los investigadores creen que los cambios en los neurotransmisores son las causas de los trastornos mentales, pero aún no saben qué causa este fenómeno. Por ahora, creen que estos neurotransmisores están implicados en el proceso de transmisión de mensajes de neurona a neurona. El cerebro se ve privado de estas señales, por lo que los síntomas de la depresión pueden incluir insomnio, falta de apetito e irritabilidad.

Los neurotransmisores participan en el procesamiento de las emociones, los recuerdos y la excitación en el cerebro. En particular, la dopamina y la serotonina son responsables del estado de ánimo y del comportamiento motivado por la recompensa, mientras que la norepinefrina ayuda a mantener la concentración. Además, estas sustancias químicas participan en el control de la cognición. Un desequilibrio de estas sustancias químicas puede provocar depresión y otras enfermedades mentales.

Genética

Los científicos han identificado recientemente un nuevo objetivo en la búsqueda de la causa genética de la depresión. Han descubierto un gen que está vinculado a condiciones metabólicas y cardiovasculares. Esta nueva información amplía el creciente cuerpo de investigación sobre la depresión. Los resultados se han publicado en la revista Neuroscience & Biobehavioral Reviews.

La depresión es un trastorno complicado que probablemente sea el resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales. Aunque la genética por sí sola no causa la depresión, se sabe que una persona con antecedentes de este trastorno tiene más probabilidades de padecerlo. Esto puede deberse a la genética, a los comportamientos aprendidos y a los factores ambientales.

Investigadores de la Universidad de Edimburgo, en Escocia, han descubierto que algunas personas están genéticamente predispuestas a desarrollar depresión. También han identificado un gen relacionado con la esquizofrenia. Este hallazgo tiene importantes implicaciones para el desarrollo de tratamientos y diagnósticos eficaces. La composición genética de las personas con riesgo de depresión es muy similar a la de las personas que desarrollan esquizofrenia.

Es necesario seguir investigando para confirmar si un gen concreto es el causante de la depresión. Actualmente, los antidepresivos se utilizan para tratar una serie de síndromes, como la depresión, la ansiedad y los trastornos obsesivo-compulsivos. Sin embargo, es necesario seguir investigando para identificar la causa exacta de la depresión con el fin de encontrar tratamientos eficaces y medidas preventivas.

Existe una alta correlación genética entre los síntomas depresivos y las experiencias de la infancia. La relación entre los genes y las experiencias de la infancia no es del 100%, y es probable que los padres deprimidos transmitan sus genes depresivos a sus hijos. Los niños con padres deprimidos también son menos propensos a recibir altos niveles de apoyo emocional de sus padres y es probable que modelen los comportamientos de sus padres.

La depresión es un trastorno complejo que afecta a la persona en muchos niveles. Cambia con el tiempo y tiene diferentes fases. Los síntomas de la depresión pueden incluir síntomas físicos y de comportamiento. Los estudios genéticos han identificado 57 genes que se expresan de forma diferencial en el cerebro y en los tejidos periféricos.

Estilo de vida

Las causas de la depresión en el estilo de vida pueden ser desde factores ambientales hasta acontecimientos vitales, pero la causa principal suele ser el estado mental del individuo. Puede ser provocada por el estrés o la pérdida de un ser querido, y los síntomas pueden durar días o semanas. Las personas también pueden sentirse deprimidas tras una enfermedad o un acontecimiento traumático. Estos acontecimientos pueden desencadenar un ciclo de bajo estado de ánimo que conduce a otros comportamientos negativos. Por ejemplo, la ruptura de una relación puede conducir a un estado de ánimo bajo, a la pérdida de interés por socializar e incluso al abuso del alcohol.

Los investigadores del Biobanco del Reino Unido estudiaron los datos de casi 85.000 personas y descubrieron que diversos factores del estilo de vida estaban relacionados con la depresión. Descubrieron que la actividad física, las dietas saludables y el sueño óptimo se asociaban a un menor riesgo de depresión. Por otro lado, el exceso de tiempo frente a la pantalla y el tabaquismo se asociaban a un mayor riesgo de depresión.

Una dieta rica en grasas y azúcares puede contribuir a la depresión. La investigación también ha encontrado una relación negativa entre el consumo de bebidas azucaradas y los síntomas depresivos. Las personas que consumen cuatro o más latas de refresco al día tienen un 30% más de probabilidades de sufrir depresión. Por el contrario, las personas que beben café sin edulcorar tienen un menor riesgo de depresión que las que no beben café.

Las personas que padecen una enfermedad de larga duración o una enfermedad que pone en peligro su vida pueden ser más propensas a la depresión que las personas que no padecen estas condiciones. Los traumatismos craneoencefálicos son otra causa común, y uno grave puede desencadenar cambios de humor y problemas emocionales. Asimismo, una tiroides poco activa puede provocar un cansancio extremo y falta de libido. Si sospecha que puede estar sufriendo una depresión, consulte a su médico para averiguar si los factores del estilo de vida pueden estar contribuyendo a sus síntomas.

El estrés también puede conducir a la depresión. El desempleo de larga duración, las relaciones abusivas y el estrés laboral prolongado aumentan el riesgo de desarrollar la enfermedad. Otros factores que pueden conducir a la depresión son la genética y el medio ambiente. En algunos casos, un desequilibrio de los neurotransmisores en el cerebro puede conducir a la depresión. Estos neurotransmisores ayudan a que el cerebro se comunique entre sí, y cuando se reducen, se producen los síntomas de la depresión.

Suicidio

El suicidio es la segunda causa de muerte entre las personas de 10 a 24 años, pero suele ser prevenible, especialmente si se diagnostica en sus primeras etapas. Los jóvenes con depresión grave son especialmente vulnerables a los pensamientos suicidas. A menudo se ven abrumados por emociones dolorosas y ven la muerte como la única salida. Aunque puede ser una solución rápida, el suicidio no es una buena solución para nadie. Los estudios han demostrado que muchos suicidios entre adolescentes podrían haberse evitado con orientación profesional.

Las investigaciones muestran que la ideación e intento de suicidio están fuertemente asociados a la depresión. Pero esta relación no es específica del diagnóstico de depresión. Por ejemplo, en un estudio, los participantes con depresión tenían un riesgo de suicidio cuatro veces mayor que los que no tenían depresión. Otro estudio encontró una asociación significativa entre la suicidalidad y la depresión severa, incluyendo un mayor riesgo en las mujeres y un inicio más joven de la depresión.

Cuando la depresión y el abuso de sustancias se combinan, la probabilidad de suicidio aumenta. Las personas con depresión grave tienen un mayor riesgo de suicidio en comparación con las personas con depresión leve o moderada, pero esta relación se complica por el hecho de que la depresión puede acumularse con el tiempo. Los hombres con depresión también son más propensos que las mujeres a suicidarse, y tienden a utilizar métodos más peligrosos, como las armas de fuego y el ahorcamiento. Además, los hombres son más propensos a sufrir depresión durante más tiempo que las mujeres, y es más probable que no sean diagnosticados.

Los pensamientos suicidas suelen estar causados por un problema médico y pueden prevenirse. La depresión afecta a la forma en que el cerebro procesa ciertas sustancias químicas. Esto hace que sea más difícil pensar con claridad y sentirse feliz. Una persona con depresión tendrá dificultades para recordar cosas buenas, tomar decisiones o encontrar una solución a los problemas.

La depresión afecta a todo el mundo. No es una parte normal del envejecimiento, y personas de cualquier raza o condición económica pueden experimentarla. Algunas personas están genéticamente predispuestas a la depresión, mientras que otras son propensas a sufrirla. También hay factores ambientales y emocionales que pueden causar depresión, como la baja autoestima.

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