Deficiencia de hierro y TDAH

Se sabe que la carencia de hierro provoca una serie de síntomas mentales. Entre ellos se encuentran la depresión y los antojos de hielo. Algunas investigaciones han sugerido que la deficiencia de hierro en el cerebro puede contribuir a síntomas como el TDAH. Otros han descubierto que la falta de hierro está relacionada con el letargo y la depresión.

La deficiencia de hierro en el cerebro puede ser la base de los síntomas del TDAH

Hay una serie de estudios que muestran que la deficiencia de hierro en el cerebro puede ser un factor que contribuye al TDAH. Estos estudios han descubierto que alrededor del 15% de los niños con TDAH pueden beneficiarse de la administración de suplementos de hierro a una edad temprana. Aunque esta cifra es pequeña, representa una gran proporción de niños con TDAH en todo el mundo.

La deficiencia de hierro en el cerebro puede contribuir a la fisiopatología del TDAH, que se ha relacionado con el aumento de los niveles del neurotransmisor monoaminérgico dopamina. La deficiencia de este neurotransmisor también puede afectar a los ganglios basales, que se cree que desempeñan un papel en el TDAH. Por ello, los niños con TDAH pueden beneficiarse de los medicamentos que potencian la dopamina.

El TDAH se diagnostica utilizando los criterios del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Cuarta Edición, Revisión del Texto. También se utilizó la Escala de Calificación de Padres y Profesores de Conners para confirmar el diagnóstico. Los resultados mostraron que los niveles elevados de Hb, hierro e IgE total estaban relacionados con niveles elevados de síntomas de TDAH.

Este estudio, sin embargo, tiene varias limitaciones. La relación causal entre la deficiencia de hierro y el TDAH no se conoce bien. El estudio incluyó una muestra pequeña, pero controló a sujetos con TDAH y a controles sanos. Los resultados del estudio son sólo indicativos de la asociación entre el TDAH y la deficiencia de hierro, y se necesitan estudios adicionales para verificar la relación.

Depresión

Los niveles bajos de hierro se han relacionado con problemas psicológicos y neurológicos. Además de la fatiga y la debilidad, los niveles bajos de hierro también pueden provocar depresión y ansiedad. Los estudios demuestran que los suplementos de hierro pueden disminuir el riesgo de trastornos psiquiátricos e insomnio. Algunos estudios han descubierto incluso que los suplementos de hierro ayudan a reducir el riesgo de depresión.

Un estudio realizado en Corea descubrió que una mayor ingesta de hierro se asociaba a un menor riesgo de depresión, y un meta-análisis de varios otros estudios indicó que la ingesta de hierro se asociaba a una reducción de los síntomas depresivos. Se cree que los efectos de la carencia de hierro en el cerebro incluyen cambios en los neurotransmisores de las monoaminas y una mielinización anormal de la materia blanca. Estos cambios afectan a la homeostasis del glutamato y el GABA, lo que a su vez afecta al bienestar emocional.

La deficiencia de hierro también afecta al hipocampo, que es fundamental para el aprendizaje y la memoria. Además, la deficiencia disminuye los niveles de dopamina en el cerebro, lo que está relacionado con los síntomas negativos. Además del hipocampo, la carencia de hierro afecta al cuerpo estriado, que controla el movimiento de moléculas, iones y células entre el cerebro y el resto del cuerpo.

Una persona que sufre una deficiencia de hierro suele experimentar síntomas mentales como el pánico y la ansiedad. Estos síntomas pueden ir desde una sensación de ansiedad hasta un ataque de pánico en toda regla. Las personas que sufren niveles bajos de hierro también pueden experimentar ritmos cardíacos irregulares y palpitaciones. Afortunadamente, estos síntomas mentales pueden manejarse y controlarse con la ayuda de un médico. La terapia conversacional también es útil para ayudar a los enfermos de ADI a afrontar los efectos emocionales de la enfermedad.

El deseo de comer hielo puede estar causado por la anemia ferropénica. Afortunadamente, existen varias opciones de tratamiento para este trastorno, como los suplementos de hierro y la terapia de sustitución de hierro. La terapia cognitiva conductual también es útil. Sin embargo, si el deseo de comer continúa durante más de un mes, puede ser un signo de una enfermedad más grave.

Lo primero que hay que hacer cuando se sospecha que se tiene una deficiencia de hierro es comprobar los niveles de hierro. La sangre debe contener la cantidad necesaria de hierro para transportar el oxígeno a todo el cuerpo. Si sus niveles de hierro son bajos, su cuerpo se volverá anémico y su organismo no funcionará correctamente. Puede que no seas consciente de ello, pero comer hielo regularmente puede ayudarte a aumentar tu estado de alerta.

Si sospecha que sufre una deficiencia de hierro, es probable que su médico le haga un análisis de sangre para descartar otros problemas subyacentes. Por ejemplo, es posible que esté experimentando un caso grave de anemia si tiene antecedentes de anemia. Sin embargo, su médico tendrá en cuenta sus síntomas, su historial médico y otros factores antes de diagnosticarle.

Otro síntoma de una deficiencia de hierro es la pagofagia, o el deseo compulsivo de comer hielo. Este trastorno también se caracteriza por la hinchazón de la lengua, que dificulta la masticación, la deglución y el habla. Además, la pagofagia puede causar sequedad de boca y otros problemas de salud bucal.

Letargo

El hierro es un mineral esencial que desempeña un papel crucial en la salud general del organismo. Una deficiencia de hierro provoca una reducción de los glóbulos rojos sanos, que transportan el oxígeno a los tejidos del cuerpo. La deficiencia de hierro también se asocia con un mayor riesgo de problemas de salud mental.

Una persona con deficiencia de hierro suele sentirse fatigada y desmotivada. Los síntomas pueden incluir mareos, irritabilidad y depresión. Algunas personas también pueden tener problemas para concentrarse o pensar con claridad. Los síntomas de la carencia de hierro pueden alterar la vida e incluso provocar una sensación de impotencia.

Una dieta rica en alimentos con alto contenido en hierro puede ayudar a solucionar el problema. Algunas frutas y verduras contienen grandes cantidades de este mineral, al igual que muchos productos de origen animal. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el cuerpo sólo absorbe entre un 15 y un 35 por ciento de hierro no hemo, mientras que puede absorber hasta un dos por ciento de hierro hemo. Aunque esto puede no parecer una gran cantidad de hierro para comer, puede ayudar a aumentar la ingesta de alimentos ricos en hierro.

Aunque hay cientos de causas de anemia, la deficiencia de hierro es la más común, ya que afecta a 3,5 millones de estadounidenses. La carencia de hierro provoca una falta de hemoglobina, que transporta el oxígeno por todo el cuerpo. Esto se traduce en anemia y fatiga, que son signos comunes de la anemia.

Cambios de humor

La carencia de hierro afecta al estriado y al hipocampo del cerebro, dos zonas cruciales para la memoria y el aprendizaje. También afecta a ciertos neurotransmisores, como la serotonina y la noradrenalina. Ambos están implicados en la regulación de las emociones, la motivación, la recompensa y el almacenamiento de la memoria. Cuando estas regiones se ven afectadas, pueden producirse cambios de humor y ansiedad.

Los estudios realizados en ratas y humanos han demostrado que la carencia de hierro altera el funcionamiento de los neurotransmisores. Esto incluye los niveles de serotonina y GABA, dos neurotransmisores implicados en la regulación del estado de ánimo y la ansiedad. La anemia ferropénica reduce la actividad de la monoamino oxidasa, responsable de la síntesis de serotonina y dopamina.

Aunque no existe una conexión definitiva entre los niveles bajos de hierro y un mayor riesgo de depresión, muchos estudios han relacionado la carencia de hierro con el malestar mental. La carencia de hierro da lugar a un menor nivel de glóbulos rojos sanos, que transportan el oxígeno a los tejidos del cuerpo. Los cambios de humor son un signo de la deficiencia de hierro, ya que una ingesta reducida de hierro conduce a niveles más bajos de estos neurotransmisores.

La anemia está asociada a los cambios de humor y a la depresión. Los niveles bajos de hierro pueden afectar a la capacidad de concentración y enfoque, y una persona con anemia puede sentirse paranoica o ansiosa. Además, los niveles bajos de hierro pueden dar lugar a dificultades para realizar incluso tareas sencillas, y pueden provocar sentimientos de inadecuación.

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