Depresión durante el embarazo: cómo reconocerla
Si te preocupa estar sufriendo una depresión durante el embarazo, hay muchas formas de afrontarla. Los cambios en el estilo de vida, como comer más frutas y verduras frescas y descansar lo suficiente, pueden ayudar a mejorar tu estado de ánimo. Los medicamentos también pueden ser útiles. El tratamiento depende de la gravedad de la depresión, de tu historial médico y de tu sistema de apoyo. Los medicamentos son seguros para las mujeres embarazadas.
Mantenerse activa durante el embarazo
Mantenerse activa durante todo el embarazo es una buena manera de prevenir la depresión. Hacer ejercicio puede mejorar su estado de ánimo y su capacidad para dormir, hacer que el parto sea más cómodo y ayudarle a recuperarse más rápidamente después del parto. También puede ayudar a prevenir enfermedades como la diabetes de tipo 2 y mejorar su salud en general.
Según un nuevo estudio, la actividad física reduce el riesgo de depresión durante el embarazo. Sus beneficios afectan tanto a la madre como al feto. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a las embarazadas 150 minutos de ejercicio moderado o 75 minutos de entrenamiento de alta intensidad a la semana. Sin embargo, sólo el 15% de las mujeres realiza esta cantidad de actividad física a la semana.
Si sufre una depresión durante el embarazo, puede buscar ayuda profesional. Hablar con un profesional de la salud mental puede hacer que se sienta más cómoda compartiendo sus preocupaciones y sentimientos. También puede ayudarte a ponerte en contacto con otras futuras madres. Si no puede encontrar una comunidad local, únase a grupos de crianza en línea.
Los investigadores realizaron una revisión sistemática de la literatura sobre la actividad física y la depresión durante el embarazo. La revisión incluyó estudios publicados entre 2000 y 2018. La investigación debe haber involucrado a mujeres embarazadas en el puerperio. También debía haberse centrado en la relación entre la actividad física y la depresión durante el embarazo. Además, la investigación debe haber utilizado una escala estándar para medir la depresión.
Mantenerse activo durante el embarazo puede reducir el riesgo de depresión posparto. Sin embargo, es importante seguir las indicaciones y seguir las pautas recomendadas por su proveedor de atención médica para garantizar su seguridad. Puede ser necesario modificar el programa de ejercicios en función de tu estado físico o si has tenido alguna afección médica previa. No obstante, la mayoría de las actividades físicas durante el embarazo son seguras y deben ser continuadas por las mujeres embarazadas.
Violencia doméstica
El impacto de la violencia doméstica en las mujeres embarazadas es significativo. Se trata de un problema urgente de salud pública, con una elevada tasa de mortalidad materna. Dado que las mujeres son más vulnerables a la depresión en presencia de la violencia, las intervenciones clínicas y las políticas deben adaptarse a sus necesidades. La violencia contra la mujer puede tener efectos devastadores en la salud mental perinatal tanto de la madre como del niño. Para hacer frente a este problema, el personal sanitario debe estar debidamente formado para asistir a las mujeres que sufren violencia doméstica y depresión.
La incidencia de la violencia doméstica entre las mujeres embarazadas es mayor que el riesgo de otras complicaciones obstétricas. La tasa de violencia también es mayor entre las mujeres más jóvenes y pobres. Las mujeres que sufren violencia durante el embarazo tienen un mayor riesgo de sufrir resultados adversos, como partos prematuros, bajo peso al nacer, mala salud reproductiva, depresión postnatal y abuso de sustancias.
Muchos estudios han examinado la conexión entre la violencia doméstica y la depresión durante el embarazo. Sin embargo, no se ha realizado ninguna revisión sistemática que incorpore los resultados de los estudios realizados en diferentes regiones y países. Este estudio pretendía investigar la prevalencia de la violencia doméstica y la depresión entre las mujeres embarazadas en Asia y la relación entre ambas. Los resultados indican que las mujeres que han sufrido violencia doméstica tienen el doble de probabilidades de desarrollar depresión.
La relación de la madre con su pareja íntima también está expuesta a la violencia doméstica. La combinación de factores de estrés emocional, físico y económico puede aumentar la probabilidad de violencia. Estos factores pueden agravar los efectos de la depresión y la violencia doméstica en el bebé.
Abuso sexual
Un estudio reciente ha encontrado una relación entre el abuso sexual en la infancia y el riesgo de embarazo de alto riesgo. El estudio, dirigido por la profesora Rachel Lev-Wiesel, directora de la Escuela de Postgrado de Terapias de Artes Creativas de la Universidad de Haifa, examinó la relación entre el abuso sexual y la depresión en mujeres embarazadas. Los investigadores descubrieron que el ASI era más probable en mujeres con síntomas depresivos que en las que no los tenían.
En muchos casos, los síntomas de la persona abusada no son inmediatamente evidentes. Por el contrario, se centran en sobrevivir y no consideran que sus problemas estén relacionados con el abuso sexual. Esto lleva a un patrón de comportamiento que puede no ser compatible con su estado actual de salud emocional. Esto puede incluir una desconfianza excesiva, hipervigilancia y estar ocupado y distraído. Pueden surgir otros patrones de comportamiento, como el abuso de drogas y una sexualidad poco saludable.
Debe desarrollarse un programa de detección para las mujeres que sufren violencia de pareja durante el embarazo. Este programa debería detectar cualquier signo de violencia en las primeras etapas del embarazo y garantizar la seguridad de la madre y del niño. Además, las autoridades sanitarias deberían poner en marcha un programa de detección de madres que sufren abusos durante el embarazo para ayudar a identificar a las mujeres embarazadas con riesgo de desarrollar trastornos mentales.
Los resultados del estudio se suman al creciente conjunto de investigaciones relacionadas con la psicopatología perinatal en América Latina. Sin embargo, se necesitan más investigaciones para determinar el alcance de los hallazgos en esta región. El elevado número de mujeres con síntomas de depresión no tratados, antecedentes de abuso físico y suicidio también sugiere la necesidad de realizar exámenes prenatales más completos, tanto para la madre como para el niño.
Miedo al abandono
Si sufre miedo al abandono durante el embarazo, no está sola. La ansiedad que produce este miedo puede ser una señal de un problema más profundo y podría indicar una condición de salud mental. Por eso es importante que recibas ayuda y apoyo profesional. La psicoterapia puede ayudarte a lidiar con tus sentimientos y a encontrar soluciones a tus problemas.
El miedo al abandono durante el embarazo puede ser especialmente intenso si tienes una relación. El embarazo y las hormonas que lo acompañan pueden provocar cambios bruscos de humor. Te vuelves irritable, deprimida y más necesitada de lo habitual. Te vuelves autocrítica y te preocupas por si tu pareja te querrá tanto como tú.
Los miedos al abandono suelen ser el resultado de relaciones anteriores en las que había poco o ningún control. Estos temores pueden hacer que se sienta resentido con su pareja y que se aleje de ella. Esto puede conducir a problemas más graves. Los miedos al abandono pueden interferir en su capacidad para establecer un vínculo con su pareja. Puede acabar alejándola y haciéndola sentir insegura sobre su relación.
Una forma de lidiar con sus miedos al abandono es llevar un diario de sus pensamientos. Escribir sus sentimientos le ayuda a clasificarlos y a liberar la energía negativa. Añadir cosas positivas a tu diario también refuerza tu sentido de autoestima. Tu diario puede convertirse en tu confidente y sistema de apoyo en momentos de necesidad.
Algunas mujeres dicen tener miedo al abandono durante el embarazo. Este miedo puede ser el resultado de un miedo a la muerte o el miedo a que la madre abandone al niño. La madre también puede experimentar este miedo en las primeras etapas del embarazo. El miedo de la madre a la muerte o al abandono durante el embarazo puede conducir a un comportamiento violento.
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