¿Quién ayudará con la depresión: un psicólogo o una psicóloga?
Cuando quiera obtener ayuda para la depresión, debe buscar la ayuda de un psiquiatra o un psicólogo. Estos profesionales de la salud mental tienen experiencia en el tratamiento de la depresión y deben tener un enfoque amable y compasivo. Puede ser útil probar con diferentes especialistas hasta que encuentre uno con el que se sienta cómodo.
Obtener ayuda de un psicólogo o un psiquiatra
Los psicólogos y psiquiatras proporcionan una amplia gama de tratamientos para la depresión. Estos profesionales trabajan estrechamente con los pacientes para desarrollar planes de tratamiento individualizados. La psicoterapia puede ayudar a los pacientes a controlar los síntomas de la depresión y a hacer frente al estrés. Estas estrategias suelen ser cruciales para ayudar a las personas a superar su depresión y a funcionar lo mejor posible. La depresión es una enfermedad común entre los adolescentes y los adultos. De hecho, 2,8 millones de niños y adolescentes de entre 12 y 17 años experimentaron un episodio depresivo mayor en 2014.
Antes de buscar ayuda de un psicólogo o psiquiatra, el paciente debe consultar con un médico para descartar otras condiciones. El médico puede realizar pruebas y hacer preguntas sobre sus síntomas. Una vez que esté seguro de que sufre una depresión, puede remitirle a un psicólogo, trabajador social, consejero o psiquiatra. La mayoría de los profesionales de la salud mental están cubiertos por Medicare. Si sus síntomas de depresión son graves, su médico puede remitirle a un servicio de urgencias de un hospital cercano.
Un psiquiatra o psicólogo puede diagnosticar la depresión cuando usted tiene síntomas que no son sintomáticos de otras condiciones. Aunque los psiquiatras tienen más experiencia en la identificación de la depresión, los psicólogos y consejeros también pueden proporcionar una evaluación completa. Como médico, un psiquiatra puede recetar medicamentos para tratar la depresión.
La psicoterapia consiste en ayudarle a cambiar los hábitos poco saludables que contribuyen a la depresión. Por lo general, la psicoterapia tiene lugar en sesiones individuales con un profesional de la salud mental autorizado. La psicoterapia se suele clasificar en dos categorías principales: la terapia cognitivo-conductual (TCC) y la terapia interpersonal (TIB). La terapia cognitivo-conductual ayuda a los pacientes a identificar y modificar los patrones de pensamiento negativos. Además, ayuda a los pacientes a mejorar sus habilidades sociales y sus relaciones.
Aunque la terapia de grupo puede ser beneficiosa para tratar la depresión, los individuos pueden necesitar terapia individual. Un psicólogo o psiquiatra es el más adecuado para evaluar la situación y recomendar un curso de tratamiento. Sin embargo, es importante encontrar un psiquiatra o psicólogo especializado en el tratamiento de la depresión.
Cuando se trata de la depresión, la terapia conversacional puede suponer una gran diferencia. Un terapeuta puede ayudarle a identificar los factores subyacentes que contribuyen a la depresión y ofrecerle estrategias para adaptarse a las nuevas circunstancias. Sin embargo, hay que comprometerse a acudir a la terapia. Puede resultar incómodo, pero los beneficios de hablar con alguien cara a cara pueden ser enormes.
Pruebas físicas de la depresión
Si sospecha que puede tener depresión, debe concertar una cita con su proveedor de atención primaria. Éste revisará su historial médico y le hará un examen físico para descartar otras enfermedades. Si no hay otros problemas, el médico puede pedir un análisis de sangre para descartar la depresión. El procedimiento requiere menos de cinco minutos y consiste en extraer una pequeña muestra de sangre de una vena del brazo.
La Asociación Médica Americana (AMA) ha adoptado políticas para promover la concienciación sobre la depresión en las facultades de medicina y en la formación. Estas políticas fueron recomendadas por primera vez en la Reunión Interina de la AMA en 1997 y tienen como objetivo animar a los médicos a proporcionar una atención adecuada a los pacientes con trastornos mentales. Esta política incluye enseñar a los residentes de atención primaria sobre la depresión, así como animar a los médicos a incluirla en su formación.
Un psiquiatra puede recomendar el tratamiento adecuado para su depresión. El tratamiento de la depresión puede ser largo y difícil, pero la mayoría de las personas se recuperan después del tratamiento. El primer paso del tratamiento es consultar a su médico de cabecera, que probablemente le recomendará un plan de tratamiento basado en sus síntomas y en la gravedad de su depresión. El siguiente paso es acudir a un psiquiatra, que es un médico especializado en salud mental.
Un recuento sanguíneo completo es otra prueba que puede solicitar un psicólogo o psiquiatra. Esta prueba es muy útil para identificar signos de depresión y anemia, así como infecciones. La realización de un análisis de sangre también puede ayudar a diagnosticar la causa subyacente de su depresión. Un psicólogo o psiquiatra también puede utilizar una escala para ayudar a evaluar la gravedad de sus síntomas.
En algunos casos, un médico puede utilizar la terapia electroconvulsiva para influir en los niveles químicos del cerebro. Este método puede ser útil cuando usted no responde a otros métodos de tratamiento o cuando los antidepresivos no funcionan. La terapia electroconvulsiva consiste en estimular las células nerviosas del cerebro que intervienen en la regulación del estado de ánimo y la depresión. Sin embargo, esta prueba no es definitiva, pero puede ayudar al médico a diagnosticar su enfermedad.
A pesar de que la depresión es una de las afecciones más comunes, a menudo se diagnostica mal y se trata poco. Además, esta afección supone un coste para el sistema sanitario y tiene un impacto negativo en la productividad. Afortunadamente, en la actualidad existen tratamientos eficaces para la depresión, tanto en solitario como cuando se combina con otras enfermedades. Sin embargo, hay una serie de barreras para el tratamiento. Algunas de estas barreras son el estigma y la falta de formación.
Terapia individual
Si tiene un caso grave de depresión, la terapia individual de un psicólogo o psiquiatra puede ser útil. Normalmente, este tratamiento implica una serie de cinco a veinte sesiones semanales, que le ayudan a aprender nuevas habilidades de afrontamiento. Un terapeuta se tomará el tiempo necesario para conocer sus circunstancias y preocupaciones particulares y le ayudará a desarrollar un plan de tratamiento.
Un tipo de terapia individual es la terapia cognitivo-conductual. Esta terapia funciona ayudándole a entender cómo su comportamiento afecta a otras personas. Le ayuda a identificar cómo los conflictos con los demás están contribuyendo a su depresión y le ayuda a resolverlos. Es especialmente útil para la depresión causada por un acontecimiento importante de la vida o por el aislamiento social. La terapia cognitivo-conductual tiene como objetivo cambiar las percepciones inexactas y ayudar a los pacientes a desarrollar nuevas formas de pensar.
Puede encontrar un psiquiatra o psicólogo a través de su médico de cabecera. También puede acudir a las facultades de medicina locales o a las sociedades psiquiátricas para que le remitan. Los programas de asistencia a los empleados también pueden ofrecer referencias a psiquiatras. Otros recursos que pueden remitirle a un psiquiatra son los centros de salud locales, las iglesias y los centros comunitarios de salud mental. Sin embargo, debe considerar si tiene cobertura de seguro y si podrá pagar el coste de la terapia.
Si está sufriendo una depresión grave, es posible que quiera acudir a un psiquiatra o a un psicólogo. El enfoque de un psiquiatra ayudará a descartar cualquier condición médica subyacente que pueda estar contribuyendo a la condición y prescribir la medicación adecuada. Los psicólogos, por su parte, se centran en la forma de pensar y de comportarse del paciente y le ayudan a identificar patrones en su vida.
Aunque hay diferentes maneras de tratar la depresión, la psicoterapia suele ser el primer paso. Este tipo de terapia conlleva varias técnicas. Por ejemplo, un psicólogo o psiquiatra le ayudará a identificar los factores específicos que desencadenan su depresión y trabajará con usted para cambiarlos. Pueden ayudarte a aprender nuevos mecanismos de afrontamiento y a superar la depresión.
Un psiquiatra puede recetar medicamentos para la depresión. Los psiquiatras también pueden tratar los trastornos del estado de ánimo y otras enfermedades mentales. Un psicólogo puede ayudarle a hacer cambios en su estilo de vida y a aprender a cuidarse mejor.
Terapia de grupo
Un psicólogo o un psiquiatra trabajará con usted para elaborar un plan de tratamiento eficaz para su depresión. Querrán conocer su historia y lo que espera obtener de la terapia. Por ejemplo, un psicólogo puede preguntarle sobre relaciones o acontecimientos pasados que estén relacionados con su depresión actual. Las conversaciones en este tipo de terapia suelen ser muy abiertas y honestas, y el terapeuta puede ayudarle a profundizar en sus emociones.
En la terapia de grupo, las personas que se encuentran en la misma situación o en una similar se reúnen semanalmente para hablar de sus sentimientos y problemas. Pueden ofrecerse apoyo y animarse mutuamente. El terapeuta actúa como moderador, guiando la discusión. Incluso puede sugerir un “tema” para que el grupo lo discuta. También puede dejar que el grupo decida el tema por sí mismo.
La terapia de pareja también puede ser útil. Ayuda a las parejas a debatir los problemas que contribuyen a su depresión y cómo resolver estos conflictos. También puede ser útil para las personas que sufren una depresión causada por la muerte de un ser querido o por problemas familiares. Puede ayudar a las personas a gestionar mejor sus estados de ánimo cuando están con otras personas.
La terapia de grupo también puede ayudar a las personas a desarrollar nuevas habilidades para comunicarse con otras personas. Esto se debe a que la dinámica de un grupo se asemeja a la de la sociedad. Los miembros del grupo con problemas similares pueden ayudarse mutuamente y darles el estímulo que necesitan para resolver sus problemas. Estas habilidades también pueden utilizarse fuera del grupo.
Aunque puede ser difícil encontrar la terapia adecuada para tu situación, hay varios tratamientos disponibles. Un buen terapeuta puede ayudarte a entender las razones que hay detrás de tus síntomas y a encontrar una manera de lidiar con ellos. Te enseñarán habilidades para afrontar los problemas y te ayudarán a volver a sentirte tú mismo.
Un estudio reciente evaluó la terapia de grupo para la depresión. Se llevó a cabo en el Helgeland Hospital Trust de Mo i Rana, Noruega. Se trata de un centro de atención secundaria que atiende a una población de unas 33.000 personas. Los pacientes fueron remitidos a la clínica por su médico de cabecera u otros servicios sanitarios. Por lo general, el grupo tenía entre cinco y siete participantes.
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